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ISBN : 8419940070
Editorial: RESERVOIR BOOKS (11/01/2024)

Calificación promedio : 4.5/5 (sobre 14 calificaciones)
Resumen:
A Olvido ya nada le parece más evidente que la vejez. Salir a la calle ya no tiene sentido, así que se limita a esperar a que el tiempo se encapriche de ella mientras pinta en el libro para colorear o discute con el gato. Y mientras espera, intenta recordar. Y recuerda que un día apareció la chica, que vino a cuidar de la casa y de ella, y cuya juventud pareció la cura de toda la soledad. Sus ojos, sus orejas, su pelo. Y una discusión. Ahora la chica ya no está y Ol... >Voir plus
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Críticas, Reseñas y Opiniones (15) Ver más Añadir una crítica
EntreLibros
 08 April 2024
Entro en la casa de Olvido. Impacta la mezcla de olores. La suciedad reposada e indolente sobre suelos y muebles. Las paredes que amenazan con acercarse, con achicar aún más los espacios, como fantasmas de antiguas mazmorras, hasta provocar la sensación claustrofóbica de las casas no habitadas y el calor insoportable, húmedo y vaporoso, de un verano de ventanas cerradas.

Al fondo del pasillo, se intuye en la penumbra la figura de una anciana, piel sobre huesos, que tiende a ir volviendo a una posición fetal, al encogimiento, al recogimiento que precede a la muerte. La soledad es pesada, casi corpórea, pero no acompaña. El silencio es un ruido atronador, roto apenas por una voz dolorida que habla con un gato.

Olvido ya no come desde que desapareció "la chica". La que viene a la casa para hacer las labores domésticas; para ayudar a Olvido al aseo en las pocas ocasiones en las que está dispuesta a liberarse de la costra sobre la piel, como una coraza que impide que la vejez traspase más allá de los surcos convertidos en arrugas. "La chica" debe tener un nombre, pero Olvido no lo recuerda.

Vuelve esporádicamente algún recuerdo aislado, que no ha desteñido la vergüenza, sobre todo de la infancia. Episodios no resueltos sobre los que también se ha posado una fría losa de silencio. Su madre ha muerto. Ha debido ser hoy. Olvido vuelve a sentirse huérfana, tristemente huérfana y sola.

El monólogo interior de la potentísima y despiadada voz narrativa creada por Peró, con el personaje de Olvido, puede ser confuso pero siempre revelador. Durísimo y descorazonador, como sólo puede serlo el diálogo consigo misma de una anciana demente, en los últimos estadios del Alzheimer. Una primera persona nada fiable, que se mueve entre episodios de realidad y las alucinaciones de una alterada conciencia. Y una voz narrativa, personificada en un gato, que es testimonial de sus juicios de valor sobre sí misma, de su baja autoestima.

Con sólo dos personajes, Peró, crea un universo mínimo y agobiante, donde sólo el pasado conserva algo de lucidez, sometido a las trampas de la memoria, ya ausente, y en el que el presente se mueve entre la realidad de los sonidos de la chica en sus labores de limpieza y el delirio de una Olvido, que no podría tener un más adecuado nombre.

Julia Peró nos enfrenta a nuestros miedos más íntimos, a esa vejez marcada por la pérdida de autonomía real, el dolor y la conciencia devastada. Lejos, muy lejos, la romantización, casi la imagen infantilizada, de una anciana desvalida y serena haciendo calceta: "Olor a hormiga", nos ofrece un retrato oscuro, amargo, triste y demoledor, de una realidad que no queremos mirar, que intuímos con indiferencia, con la del miedo, para no enfrentarnos a esa vejez donde habita la soledad y el terror de una espera con final inevitable, en la que el tiempo ya no tiene medida.

Esto es un cuento de terror que empapa. Lleno, no obstante de lirismo. Con la belleza oscura que pueden construir las palabras milimétricamente elegidas y la ternura en dosis mínimas. Esta vez, la crueldad se viste de ficción, pero sólo para ser el espejo de una realidad incontrovertible.

Dura, original, honesta, auténtica... incómoda. Un hallazgo esta voz que rompe un espacio literario demasiado acomodado a las voces impersonales y grises. Seguiré buscando a Júlia Peró en sus próximas publicaciones.

#EntreLibros
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Chuspaixonporler
 03 April 2024
De qué va
Esta es la perturbadora historia de una anciana que, además de las arrugas y achaques propios de la edad, se le añade la pérdida de varias de sus facultades cognitivas que afectan a su memoria y a su cordura. Inmersas en la dañada mente de Olvida vemos la realidad a través de sus ojos, como ella la percibe y la siente.


Opinión personal
Me he encontrado una opera prima sublime, narrada con voz poética en primera persona, que a lo largo de doscientas treinta páginas, en la que una Olvido llena de soledad y angustia anhela el regreso de la chica que venía a diario a cuidarla mientras dialoga con un gato que solo ella ve.


Juila Peró, con su juventud,  es admirable cómo realiza un verdadero ejercicio de introspección sobre lo que supone envejecer y la pérdida de memoria. Nos lleva a lo largo de un vertiginoso viaje al mundo interior de Olvido, nombre muy significativo, en el que sus recuerdos y reflexiones se entrecruzan con su realidad presente, lo que genera incertidumbre a lo largo de toda la lectura hasta desembocar en el alucinante final que bajo ningún momento me esperaba.

Una necesaria visión de la vejez y la soledad de muchas de las personas ancianas.
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Pianobikes
 18 April 2024
“Ciertamente, la vejez se ha ensañado conmigo. Antes leía tanto… leía mucho. Sabía mucho. Mucho, y me expresaba muy bien. Ahora lo único que hago es salirme de la raya al pintar una ridícula flor” ~ Olor a hormiga de Julia Pero.

Desde que nacemos avanzamos imparables hacia la vejez y, sin embargo, llegamos a ella sin estar preparados. ¡Qué dejadez, por dios! A casi nadie le gusta pensar en ello pero la verdad es que la alternativa es peor. Nuestra mente se queda atrapada en nuestros “veintisiempre” pero nuestro cuerpo comienza un declive pausado y si es silencioso puedes considerarte una persona afortunada. Una vez un amigo me dijo “a los 40 te regalan el pastillero y a partir de ahí, pastilla por década”. Creo que el mío lleva las mías y las de alguien más, pero no me importa.

¿A qué viene este lío? A que el principal trasfondo de Olor a hormiga es la vejez. Conocemos a Olvido, una anciana cuya memoria ya le juega muy malas pasadas. Sigue atrapada en una mente joven –“debe de haber un momento en lo que lo joven se descoyunta del cuerpo y las cosas empiezan a arrugarse”, piensa nuestra protagonista– y a pensamientos como este se le suman otros con los que puedo coincidir totalmente: “La vejez es viajar al pasado”, apunta.

Paralelamente a la vejez, Olvido habla sobre otros temas como el machismo, –“Los hombres son capaces de levantar una casa pero no son capaces de mantenerla en pie”; “Los hombres no requieren deuda habitación propia porque ya tienen su espacio en la sociedad”–, el sexo o las diferencias generacionales, y reflexiona mientras nos habla de “la chica” que la cuidaba y que ya no lo hace y la relación que existía entre ellas.

Lo primero que me llamó la atención de este libro fue su portada, ¡cómo no! Y la verdad no sé muy bien qué opinar de él. Tiene partes que me han parecido maravillosas y otras que he leído sin pena ni gloria. Un 50/50. Me ha generado desde pena y angustia a asco pero también empatía y desesperación. Eso sí, es adictivo. Reconozco que incluso en las partes que me resultaban más desagradables y que Olvido me caía fatal no podía dejar de leer.
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Yumybook
 09 May 2024
«Nos preocupamos de aprender a lidiar con la juventud, pero nadie nos ha enseñado cómo cuidar la vejez.»

Este es uno de los muchos fragmentos que tengo marcados de este libro de Julia, el motivo por lo que empiezo esta reseña/opinión con ella es debido a que considero que concentra como los buenos perfumes toda la esencia de este libro. ☁️

Júlia nos trae una de esas historias que pueden suceder en cualquier casa, en cualquier momento con una forma de escribir con alma y con peculiaridad, diferente en sí misma ¿el motivo? poco hablamos de la vejez y lo que conlleva, no sé si es por miedo, por respeto o simplemente por la relación que tiene esta con el final de los días, tenemos infinitos libros sobre diferentes maternidades, la juventud, la madurez pero pocos que nos hable de la vejez sin romanticismo.🐜

En Olor a hormiga nos encontramos con Olvido, una señora con una edad avanzada que comparte la vida con esa enfermedad que nos hace no ser conscientes del día a día pero que recordamos lo mas antiguo como si hubiera sucedido hace unas horas, unos minutos. Olvido nos hablará de esos momentos, de lo difícil que ha sido su juventud pero lo complicado que está siendo su vejez acompañada de una limpiadora que bajo mi punto de vista representa también a todas las personas que conviven con alguien que en un momento está en el mismo espacio tiempo que tú y al segundo ha viajado al pasado este libro me parece un kissbook en toda regla con un final que me dejó en shock pero que me parece una metáfora tan a flor de piel que duele, en algunos momentos de forma desordenada para mi parecer pero que está en sintonía con la cabeza de alguien que puede sentirse confuso involuntariamente es un libro que recomendaré siempre.📖

Está claro que cada persona experimenta una vejez diferente pero seamos sinceros ¿Cuántos de nosotros le hemos preguntado a alguien con esa vejez que es lo que le gusta? ¿Cuál es su opinión sobre un tema actual o simplemente les hemos escuchado? ✨La vejez, ese tabú que sigue presente en la sociedad, un tema incómodo en muchas ocasiones y tan diferente en cada persona.
Sin duda Júlia a sido todo un descubrimiento para mí con una pluma peculiar es una autora que permanecerá en mi visión para leer que más cosas nos contará espero, en un futuro muy cercano. Y vosotros ¿Qué opináis sobre la vejez?
Enlace: https://www.instagram.com/p/..
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michislibris
 07 February 2024
El otro día me contaba mi amiga Olatz, en una de nuestras muchas (y siempre interesantes) conversaciones de cafetería, que su abuela le decía que seguía sintiendo que era la joven de dieciséis que un día fue, pero que cuando se miraba en el espejo la imagen que este le devolvía era la de una mujer de más de ochenta años. Que las arrugas de su piel y los dolores de su cuerpo no alcanzaban ese estado del ser para el que todavía no había pasado el tiempo. Mientras me lo decía, mirábamos a un grupo de chicas de no más de quince o dieciséis años sentadas a nuestro lado y nos impregnábamos de la euforia que suponen esas primeras quedadas con las amigas sin la supervisión paterna. ¿Dónde han quedado esos más de diez años que nos distancian de ellas? ¿Sentiremos algún día ―al igual que lo siente la abuela de Olatz― que la mujer que está al otro lado del espejo no es la de verdad?

“―La vejez es como un catarro. Un día empiezas a estornudar y no sabes bien cómo has podido cogerlo.”

A través de la convivencia con su abuela, Júlia Peró crea esta novela en la que se pone en el lugar de la desconocida del reflejo ―la vejez― que, tarde o temprano, nos alcanza a todas, al igual que también alcanza a Olvido, la protagonista de esta historia. Con ella nos preguntamos qué queda de nosotras cuando nos hacemos viejas, cuando nos volvemos inútiles para la sociedad, cuando nos quedamos huérfanas ―porque todas las personas a nuestro alrededor han muerto―, y sin embargo no se nos considera como tales. Me enfrento a la historia del Olvido desde una cómoda juventud para la que la vejez es todavía futuro, un futuro condicional al que todas ansiamos llegar, pero que al mismo tiempo nos da mucho miedo.

“Soy una masa rugosa y voluptuosa que anda despacio. Antes intentaba enderezar la piel, tersarla hasta hacerme daño o hasta agotar el dinero del cajón del tocador. Cremas y potingues y masajes en vano. La vejez me amedrentaba, pero ya no. Ahora me conformo con poder dar vueltas por el saloncito”.

Hacerse mayor es ver cómo todos los interlocutores con los que un día contaste van desapareciendo, y sentir cómo su voz se va perdiendo junto al resto de recuerdos. Hasta que al final lo único que te queda es la compañía de una chica desconocida que te limpia ―a ti y a la casa― y la pesadez de tu propia conciencia que no calla, erre que erre, mientras tú intentas no salirte de las líneas con los lápices de colores porque, según te han dicho, pintar estimula la memoria y, por lo tanto, previene el olvido. Y es que, a través de Olvido ―el personaje― la autora nos hace enfrentarnos a esos momentos inevitables de nuestra vida que (al menos desde la juventud) tanto nos aterran.

Y cómo no nos van a dar miedo, si siempre nos han enseñado que las viejas solo valen para estar en residencias o para las películas de terror. Recordemos esa escena en ‘La visita' con la abuela desnuda golpeando la puerta de sus nietos, como si la flacidez y las arrugas del cuerpo fuesen un motivo adicional para provocar el susto. Pero no en esta novela, porque la autora desvincula el cuerpo anciano del miedo y lo sitúa sobre el deseo, el otro gran inexplorado de la vejez.

Y es aquí, quizá, donde radica la gran virtud de esta maravillosa (primera) novela que ha escrito Peró. No solo en la belleza de su estilo, sino en la valentía para poner sobre palabras aquello de lo que no se habla. Aquello que hará que, algún día, nos pongamos frente a ese espejo y la vejez no nos pille desprevenidas.
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Citas y frases (30) Ver más Añadir cita
ChikiChiki05 May 2024
Naces y enseguida es demasiado tarde para la vida.
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ChikiChiki02 May 2024
Qué ímpetu, el de la juventud. Ese querer reivindicar. Ese querer cambiar las cosas, ese querer rascar la capa de pintura establecida ahí desde hace años. Esa necesidad de destacar, de no aceptar la naturaleza circular. Lo que le está pasando a una joven ya le ha pasado a otra mas vieja. Pero esa vieja vive ahora resignada, conoce la vida. Se entiende con ella y se desentiende de sus asuntos. Ya no tiene ganas de inmiscuirse.
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YumybookYumybook02 May 2024
Nos preocupamos de aprender a lidiar con la juventud,pero nadie nos ha enseñado cómo cuidar la vejez.
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ChikiChiki01 May 2024
No hay peor justificación que la de hacer las cosas por tradición.
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ChikiChiki01 May 2024
Los hombres no requieren de una habitación propia porque ya tienen su espacio en la sociedad.
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