Qué difícil resulta a veces atreverse a dar vida a personajes que han habitado nuestro pasado, creando figuras de ficción dentro de un contexto muy real y que, para muchas personas, aún resulta doloroso. Y aquí nos encontramos, leyendo una novela ambientada a principios del siglo XX, en un Madrid lleno de prejuicios y una España sumida en una inestabilidad política que afectará a los personajes que ocupan las páginas dePapel y tinta. Lo primero que llama la atención en esta novela, es la pluma de la autora, que resulta sencilla, cercana y con un lenguaje propio de la época en que transcurre la historia (tengamos en cuenta que está narrada en primera persona por la protagonista, Elisa Montero), así como el trabajo de documentación que hay detrás, y que sirve como amena clase de historia, siempre y cuando se tengan en cuenta los hechos ficticios que son obra de la imaginación de la autora. Me ha gustado la delicadeza de la autora a la hora de tratar los temas del machismo, la política y los cambios propios de una época en los que las mujeres comienzan a reclamar su libertad y sus derechos, chocando con esa ideología que otras muchas mujeres siguen creyendo: es el hombre el que tiene que tomar las decisiones importantes. Los personajes principales de Papel y tinta van a mostrar distintas caras ante el emergente feminismo, siendo las propias mujeres (salvo contadas excepciones) las que más difícil pongan este avance ideológico, ancladas como están en la educación machista recibida hasta el momento. A día de hoy, resulta doloroso y frustrante leer este tipo de pensamientos y actitudes, pero no podemos olvidar que forman parte de nuestra historia. Pero esta novela es mucho más que un canto al feminismo y al pensamiento de igualdad. Es una llamada a creer en nosotros mismos, en nuestro esfuerzo y trabajo constante. Una llamada a luchar por nuestros sueños hasta lograrlos, más allá de lo que puedan decirnos los demás. Y es, ante todo, una historia sobre la importancia de la amistad y el amor hacia uno mismo y los demás. Un amor real y verdadero y no ese que se finge por interés. Y en medio de todo esto, tendremos a Elisa Montero, protagonista de esta novela. Una mujer que crece entre papeles y la tinta que los llena de historias, noticias y sentimientos. Una mujer que sueña con ser escritora y ser libre cumpliendo su sueño. Una joven que no se conoce del todo a sí misma, y que trata de encontrar su lugar en una España en constante cambio. Una chica que trata de deshacerse del yugo que le impide ser quien realmente es, y que mostrará una notable evolución a lo largo de la historia. Papel y tinta ha supuesto para mí un descubrimiento literario, una novela que he disfrutado de principio a fin y que me ha mantenido pegada a sus páginas, queriendo saber más y más acerca de los acontecimientos y los personajes que la habitan. Es, sin duda, una novela que os recomiendo leer y una autora a la que merece la pena darle una oportunidad. + Leer más |
Después del éxito de Papel y tinta y Una promesa de Juventud, María Reig vuelve a hacer alarde de rigor histórico y de una documentación profusa para construir tres vidas marcadas por las consecuencias de la guerra de la Independencia y el nacimiento del estado liberal.
Un viaje trepidante por la España de principios del XIX —Madrid, Cádiz, Salamanca, Sevilla, Aranjuez, Asturias- en un momento crítico de unión y división. Intrigas palaciegas, logias masónicas, sociedades liberales, amor, amistad, venganza y aventura se dan cita en una novela prodigiosa.
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