Planeta

Cuando estuve buscando información sobre el extranjero lo primero que encontré es que su antiguo nombre era El extraño, y la verdad es que no me sorprende en nada porque la historia en si es bastante cuotica y sin sentido. Como la historia empieza con un granito de nieve y se va haciendo con cada pasada de pagina mucho más grande de como empezó. Y acabas al final preguntándote ¿cómo este señor a llegado a esto?.



Lo primero que nos demuestran del personaje es que no tiene sentimientos por nada ni nadie, por lo tanto hay tenemos el extraño hacía el mundo, hacia la sociedad, hacia la gente que le rodea. El primer paso que podemos ver de su forma de no sentir nada es que nos cuentan de que su madre fallece, él realmente no siente nada, ni llora, ni nos demuestra en ningún momento que su mama era importante para él. Por lo que pensé, bueno será algo puntual, la madre habrá sido muy mala persona con él y por eso nos trasmite ni un solo sentimiento. Pero luego vemos que acaba saliendo con una chica que le atrae, y con la que va al cine. Esa chica con la que parece que tiene una larga relación le pregunta si le quiere, y él claramente le comenta que no sabe. Transcurres cosas una tras otras, pero incluso en lo que nos cuentan podemos seguir notando que no nos transmite ni un solo sentimiento, ni de preocupación, ni de pena, ni de culpabilidad, nada, cero. Es como si su sistema límbico no existiera (es decir lo que esta formado por el hipocampo y la amígdala, etc que son las que nos hace tener sentimientos).



Según Camus dice que la vida es una larga rutina que no tiene sentido nada, pero eso claramente te esta dejando pensar que cuando uno es un extranjero en la vida es porque no tienes sentimientos y te causa indiferencia muchas cosas de las que sientes. Un señor mega reflexivo, si claro que lo es. Es cierto que es la segunda novela que leo de este autor y aunque ninguna de las dos las he disfrutado están en extremos totalmente opuestas. La otra es La peste, me lleno de tantas emociones esa historia y aunque no la disfrute del todo porque la note muy repetitiva y con demasiado sufrimiento, esta es todo lo contrario. Es decir con el extranjero me he pasado toda la historia esperando sentir algo, esperando emocionarme por algo, esperando hacer que algo me despierte algo dentro de mi. Y lo único que se ha despertado todo el rato, es lo que siente el personaje, indiferencia hacia toda la historia.



Una de las cosas que creo que si que se va a quedar para mi es justo como este autor empieza esta novela y es que la primera frase que podemos encontrar dice "Hoy ha muerto mamá. O quizá ayer. No lo sé. Recibí un telegrama del asilo: «Falleció su madre. Entierro mañana. Sentidas condolencias.» Pero no quiere decir nada. Quizá haya sido ayer."". Y la verdad es que es una de los primeros párrafos de una novela que más me han impactado. ¿Creéis que las primeras frases son importantes?. Para mi bastante.
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Leer libros de esta época y cuya acción transcurre en un campo de concentración (Birchwood según Ella la protagonista, más conocido para el resto como Auschwitz) siempre es duro porque cada uno te muestra el horror que vivieron muchas personas reales, de carne y hueso, no inventadas. Y éste no iba a ser menos, aunque quizá no te describe las escenas con tanta crudeza como otros.

Me resulta increíble que en ese ambiente de destrucción y crueldad pudieran existir “remansos de paz” creados por los nazis o sus mujeres para seguir viviendo cómodamente aun a costa de otras personas a las que trataban como esclavos o, si puedes ser, peor. Eso sí, nunca te podías fiar de la llamada “raza superior” pues tan pronto te trataban bien, como al minuto siguiente, y por una minucia, caías en desgracia.

En el taller de costura del campo traban una bonita amistad dos niñas judías, Elle y Rose, antagónicas, ya que mientras la primera es muy realista con la situación, la segunda la intenta superar con la imaginación, como si viviera en un cuento (me recordaba al padre de la película La vida es bella). Juntas intentarán sobrevivir a esa espeluznante vida, que tanta gente se llevó por delante

Qué fuerte impresión ha dejado este libro en mi corazón, con una protagonista tan humana y real que concilia meterse bajo la piel y sentir ese dolor tan áspero y solitario como es el que Chelsea intenta describir a lo largo de esta historia.



Lean las advertencias, es un libro que necesita leerse bajo el cuidado del espectador.



Hablamos de una estrella del pop, tan brillante y dorada por fuera y tan insípida y gris por dentro, con letras de canciones juveniles que salen disparadas de una voz que ha perdido la esperanza de su vida entre vicios y amores tóxicos que te rompen el corazón. Chelsea, presionada por el imperio que ha construido junto a una madre que está lejos de sentirse como una y bajo la mirilla tóxica del internet y sus comentarios que destruyen la poca autoestima que le queda después de tantos años en soledad.



La narrativa es una exquisita línea de tiempo de caídas y tropiezos de un alma desesperada por acabar con el color azul que trepa por las paredes de una solitaria habitación de hotel. Hasta que Azul empieza a tener otros significados y las auras de las personas ya no son tan insípidas como antes las percibía. Pero la vida es cruel y Chelsea tiene heridas bajo la piel que no pueden simplemente olvidarse con una buena voluntad.



Recaídas, frustraciones, lágrimas y una historia que me ha dejado tantos sabores bajo la lengua, que apenas y podría explicarlo.



Chelsea Cox, merece ser interpretada, conocida y apreciada por el público. Ojalá te hubiese conocido antes.