Este libro llegó a mí en una de las firmas de la autora en la Feria del Libro de Madrid. Parecía que me llamaba, pedía que lo leyese. Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo hace que te sumes a un introspección de ti mismo, que te desnudes y te ayudes a deshacerte de las cuerdas que rodean tu cuerpo. Da nombre a muchos de mis pensamientos, a lo que tenemos y no lo sabemos. Me imagino a Elvira escribiendo estos poemas de noche, con la luz muy tenue, un café en mano y la mano vuela sola, soltando todo lo que necesita expresar como ella hace tan bien, a través de su poesía y sus palabras. |