Infelices

Lo siento especialmente por la orquídea, porque yo quería mucho a esa planta que me señalaba el camino de la libertad que se abría detrás del ventanal. Que me señalaba que la vida seguía fuera, y ahora no me refiero solo a fuera del gabinete sino fuera de mi propia existencia.

hay dos tipos de personas las que fingen ser felices y las que no se molestan en fingir

Las langostas son como la felicidad las valoramos porque escasean

Si os acobardan las palabras, mejor que abandonéis la lectura de este testimonio, porque hoy pienso usarlas todas.

𝕃𝕒 𝕧𝕚𝕕𝕒 𝕖𝕤 𝕤𝕠𝕝𝕠 𝕖𝕤𝕠. 𝕃𝕒 𝕖𝕤𝕡𝕖𝕣𝕒 𝕡𝕠𝕣 𝕝𝕠 𝕢𝕦𝕖 𝕖𝕤𝕥𝕒́ 𝕡𝕠𝕣 𝕝𝕝𝕖𝕘𝕒𝕣. 𝕃𝕒 𝕤𝕖𝕟𝕤𝕒𝕔𝕚𝕠́𝕟 𝕕𝕖 𝕙𝕒𝕓𝕖𝕣 𝕕𝕖𝕛𝕒𝕕𝕠 𝕖𝕤𝕔𝕒𝕡𝕒𝕣 𝕒𝕝𝕘𝕠 𝕚𝕟𝕗𝕚𝕟𝕚𝕥𝕠. 𝕊𝕠𝕝𝕖𝕞𝕠𝕤 𝕧𝕖𝕣 𝕝𝕠𝕤 𝕒𝕟̃𝕠𝕤 𝕧𝕚𝕧𝕚𝕕𝕠𝕤 𝕔𝕠𝕞𝕠 𝕦𝕟 𝕡𝕣𝕠́𝕝𝕠𝕘𝕠, 𝕔𝕠𝕟𝕧𝕖𝕟𝕔𝕚𝕕𝕠𝕤 𝕕𝕖 𝕢𝕦𝕖 𝕝𝕒 𝕖𝕟𝕛𝕦𝕟𝕕𝕚𝕒 𝕒𝕔𝕒𝕓𝕒𝕣𝕒́ 𝕣𝕖𝕧𝕖𝕝𝕒́𝕟𝕕𝕠𝕤𝕖, 𝕢𝕦𝕖 𝕒𝕢𝕦𝕖𝕝𝕝𝕠 𝕡𝕠𝕣 𝕝𝕠 𝕢𝕦𝕖 𝕖𝕤𝕡𝕖𝕣𝕒𝕞𝕠𝕤 𝕝𝕝𝕖𝕘𝕒𝕣𝕒́. ℙ𝕖𝕣𝕠 𝕪𝕠 𝕒𝕙𝕠𝕣𝕒 𝕤𝕖́ 𝕢𝕦𝕖 𝕟𝕠 𝕝𝕠 𝕙𝕒𝕣𝕒́, 𝕢𝕦𝕖 𝕝𝕒 𝕧𝕚𝕕𝕒 𝕖𝕤 𝕤𝕠𝕝𝕠 𝕡𝕣𝕠́𝕝𝕠𝕘𝕠, 𝕢𝕦𝕖 𝕖𝕝 𝕡𝕣𝕚𝕞𝕖𝕣 𝕔𝕒𝕡𝕚́𝕥𝕦𝕝𝕠 𝕟𝕦𝕟𝕔𝕒 𝕤𝕖 𝕧𝕒 𝕒 𝕡𝕣𝕖𝕤𝕖𝕟𝕥𝕒𝕣.

a menudo nos empeñamos en luchar en vano contra la corriente de la vida en vez de asumir sus azares

Las palabras acotan, esculpen como el cincel, pocas lo hacen mejor que la chica del cáncer, y yo admito mi extraño culto por las palabras, tan maltratadas, utilizadas en exceso y excesivamente mal.

Por fortunado que seas la suerte siempre acaba llegando a su fin