“La Cúpula, pensó. Ahora, al final, no lo ha llamado la barrera; lo ha llamado la Cúpula.” ~ La cúpula de Stephen King. El pueblo de Chester's Mill queda un día, así de buenas a primeras, aislado del mundo por una especie de cúpula gigante transparente. Nadie puede entrar ni nadie puede salir y la barrera invisible parece totalmente indestructible. Vamos conociendo a todos los personajes que viven en el pueblo y como reaccionan a ese aislamiento; pero además tenemos niños y adultos con una especie de poderes sobrenaturales que tienen unas visiones extrañas; y cobramos consciencia de los cambios que esa cúpula comienza a provocar en el clima y en el medio ambiente de la zona, un hecho que King aprovecha para criticar el daño antropogénico al medio. Sin olvidar el trasfondo de que no vamos a ningún lado, como sociedad ni como nada, si los egos prevalecen. ¡Qué bien me lo he pasado con este libro de King! de los que me gustan: montón de personajes, unos malos malísimos y otros buenas personas; crímenes, crítica, hechos sobrenaturales, subtramas retorcidas. La historia me ha recordado bastante –quizá porque lo he leído hace poco– a El señor de las moscas y es que La cúpula no deja de ser un ejercicio sobre el comportamiento sociológico de todos los habitantes de Chester's Mill encerrados, con leyes “especiales” y el instituto de supervivencia disparado. La gran cuestión de los libros tochos de King: ¿y el final? El final no me ha resultado de wow. Durante toda la lectura me he pasado haciéndome la pregunta de “¿cómo caray va a terminar esto?”, no podía imaginar el por qué de la cúpula, su existencia y cómo eliminarla. Realmente, aunque es un final que no ha sido de “bravo, King, me has sorprendido” y que además lo ha resuelto en 30 páginas de 1130, –con lo cual os podéis hacer una idea de que ha sido un poco “chimpun, anda ya!”–, lo cierto es que tras meditarlo muy mucho no es un mal final y da para el debate largo y tendido porque no deja de responder a una pregunta que muchas veces nos hacemos como seres humanos. Me ha encantado vivir vacuna semana bajo esa cúpula aunque reconozco que en algunos momentos ha sido bastante agobiante. + Leer más |
"¿Te gusta la oscuridad? Perfecto. A mí también" es como termina Stephen King el epílogo de este nuevo y magnífico volumen de doce relatos que se adentran en la parte más sombría de la vida. King lleva más de medio siglo siendo un maestro literario, y estas historias sobre el destino, la mortalidad, la suerte y los múltiples pliegues de la realidad son tan ricas y absorbentes como sus novelas. "Dos cabrones con talento" nos revelará el secreto de cómo estos dos caballeros adquirieron sus habilidades. En "El mal sueño de Danny Coughlin", una explosión psíquica repentina pone patas arriba la vida de docenas de personas, incluido Danny, con catastróficos resultados. "Serpientes de cascabel", secuela de la novela Cujo, nos presenta a un viudo que viaja a Florida buscando descanso y, en su lugar, se encuentra una inesperada herencia… con más de una atadura. En "Los soñadores", un taciturno veterano de la guerra de Vietnam acepta un encargo y descubre que hay algunos rincones del universo que deberían quedar inexplorados. "Hombre Respuesta" nos plantea si el don de la clarividencia es una bendición o una maldición, y nos recuerda que incluso una vida marcada por la tragedia tiene significado. La habilidad del Rey del Terror para sorprender, inspirar y provocarnos tanto miedo como consuelo al mismo tiempo no tiene comparación. Cada uno de estos relatos contiene sus propios escalofríos, alegrías y misterios, y todos son icónicos. ¿Les gusta la oscuridad? Pues aquí la tienen.
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