Es mucho más sencillo perdonar a otro por estar equivocado que por estar en lo cierto.
|
Es mucho más sencillo perdonar a otro por estar equivocado que por estar en lo cierto.
|
La verdad es indiferente. Solo importa aquella versión de la realidad que coincida con tus deseos y aspiraciones.
|
Que suerte no es más que muerte con una letra cambiada
|
La empatía por la desgracia ajena tiene un límite.
|
Pedir perdón no es una varita mágica que se agita y borra de golpe nuestros errores.
|
Seguir viva. Eso que cada día daba por sentado. Nunca fue tan difícil.
|
—¿Tú me quieres? Jon le dedica una sonrisa cansada. —Ay, cari. Te quiero tanto que todavía no te he matado. |
En este rato ha llovido y ha escampado. Un olor fragante entra por la rendija, aliviando la tristeza. O cambiándola de sitio. Con cierto humilde consuelo: el que cuando ya nada subsista del pasado que ahora es nuestro presente, los olores perdurarán aún, cargando nuestro recuerdo.
|
Ay, bonita. Lo difícil que eres, y lo mucho que te haces querer.
|
(...) la mirada acusadora de los muertos a veces te arranca promesas que no se pueden cumplir.
|
10 negritos