Los días de la Sombra es la segunda entrega de la Saga de los Confines de la escritora argentina Liliana Bodoc. Esta novela continua la historia de las Tierras Fértiles y la lucha entre el bien y el mal lejos del campo de batalla. Esta lucha se da en medio de la tregua que vino luego del primer encuentro. Durante este tiempo los habitantes de las Tierras Fértiles se volverán mayores, habrá nuevos críos y Misáianes tendrá el tiempo suficiente para preparar un nuevo ejército que tiene como destino las Tierras Fértiles, esta vez al frente de su mamá, la mismísima Muerte. De esta manera se abre la primera premisa del libro: ¿Cómo se reinicia la vida luego de una gran batalla? Y una serie de preguntas que se pueden decantar de allí. Que el tiempo pase entre libros también abre la oportunidad para que algunas relaciones que se habían tendido en el primer libro sufran cambios y se vuelvan más tentas e incluso sean blanco de engaños y traiciones. Los días de la Sombra también explora la psique de los “malos” como parte importante del relato y como desarrollo de la historia. Esto les aporta otros matices a los personajes y los eleva del simple rango de antagonistas. Liliana se permite explorar en esta novela de forma elegante la diferencia que existe en los ritmos de vida de todos los habitantes del mundo. Desde el principio manifiesta que no es lo mismo cinco años para un humano, para una planta o para una roca y volverá al tema, al motivo que construye, cada tanto y de formas muy variadas. Hasta ahora, de la Saga de los Confines lo que más me ha llamado la atención es la importancia que tiene la palabra para todos los pueblos del continente —suelen tener grandes concilios entre todos para las grandes decisiones— y la relación de la magia con el mundo. En la Saga de los Confines nos encontramos con dos escuelas de magia diferentes y que cuentan una historia diferente. La Cofradía del Recinto es la vertiente que predomina en las Tierras Antiguas y que cree que la sabiduría es la carga de los sabios; por lo que ellos deben velar por esta y elevarla por encima de los mortales. La Cofradía del Aire Libre es la vertiente predominante en las Tierras Fértiles y creen que un brujo tiene el mismo valor que un pájaro, que no hay nada por encima de nada en el orden natural, es así como la magia depende de la unidad entre todas las criaturas. de esta forma y con una historia que da cuenta de viajes, marchas y diferentes puntos de vista, Liliana procura entender su mundo desde la mayor cantidad de puntos de vista que sean posibles. Esto sirve para que en los Confines nos quedemos con una imagen del mago alejada del simple guía y tome una posición de entidad poderosa del mundo natural. De nuevo acá las diferencias culturales entre los pueblos se hacen latentes. Es así como conforme el ocaso del continente se va acercando descubrimos las decisiones que toman para afrontar el mal que afecta el mundo: Los Lulus prefieren extinguirse, mientras que los Señores del Sol deciden exiliarse en otro tiempo aprovechando la magia. En esta segunda decisión confluyen lo que venía contando: la percepción del tiempo y las corrientes de la magia dentro del universo. Desde el punto de vista narrativo, Los días de la Sombra ofrece varios puntos de vista de la misma historia. Acá nuevamente nos encontramos con el Cofre de los Recuerdos, que en esta ocasión hará una remembranza de los acontecimientos más importantes del libro anterior en forma de narración dentro de la narración. Esta narración se verá completada por la de Kupuka que en medio de la naturaleza rememora los mismos acontecimientos, con matices diferentes y uno que otro detalle que había quedado por fuera hasta el momento. Si bien el regreso a la casa, las nuevas relaciones y los roles que deben ser ocupados da una sensación de eterno retorno, abrir este panorama permite que tanto los que sobrevivieron, como los nuevos personajes ocupen un lugar más o menos definido en todo este embrollo. Cucub es de todos el que más me ha gustado con todo el cambio que ha experimentado hasta este momento. Dejó de ser un simple mensajero, pasó a ser compañero, luego un guerrero, ahora es un padre y un gran líder del pueblo que lo adoptó. Todo de forma natural y de una forma que es tanto verosímil como estructurada. Es un personaje que gana mucho en este segundo libro y que, extrañamente, siento que perderemos y que dolerá. Si bien en su gran mayoría el libro tiene muchos aciertos creo que el principal pecado de Los días de la Sombra es la repetición del mismo motivo rítmico que su predecesor. Esto no es malo, pero no sorprende y deja más preguntas que respuestas, algo que es usual en un primer libro, pero que en un segundo no es tan bien recibido. Hay fragmentos que se hacen muy extensos bien sea porque son contados a una sola voz o por la cantidad de eufemismos que usa Liliana. Esto crea momentos bastante anticlimáticos, algo muy notorio cerca del final del libro, que es bastante inferior al del primer libro. Sin embargo, la prosa de Liliana no es usual en el género y es otro de los puntos en los que se sabe separar de sus congéneres para crear algo nuevo. Es un pequeño desafío que vale la pena afrontar para descubrir un mundo tan espléndido como lo son las Tierras Fértiles. Esta es una saga para leer con el mismo valor que tienen los habitantes de los Confines. + Leer más |