Sandy Stark-McGinnis

No creía que esta historia sería tan especial, pero últimamente no dejo de encontrarme libros geniales.

La historia de December es de esas que vienen de sopetón y te arrastran con ella. Ella es una niña de once años muy consciente de su realidad. Desde que su madre la abandonó cuando era pequeña no ha tenido algo que llamar hogar, simplemente ha ido de casa en casa de acogida esperando que llegase su momento.

En cuanto llega a casa de Eleanor sabe que este ha llegado. Ella sabe quién es en realidad y cuál es su propósito en la vida. No puede encariñarse con su nueva casa de acogida porque está destinada a convertirse en pájaro y volar más allá de las nubes, a dejarlo todo atrás. Pero Eleanor es una madre de acogida paciente, alguien que sabe que December no necesita que la controlen, sino aprender a expresarse y abrirse a los demás. Como un pajarito que necesita coger confianza antes de desplegar las alas.

December es una niña muy compleja. Consciente de su realidad, de sus opciones en la vida, de sus defectos sus necesidades y su pasado. Una niña con una cicatriz en la espalda que dice algo sobre ella muy diferente a lo que explica en su diario.

He disfrutado muchísimo de esta historia. Una forma diferente de ver la tristeza, de adaptarse a situaciones que nos superan, de creer que todo y cualquier cosa es posible. Un toque de ternura y confianza a un alma rota y desconfiada por todo aquello que ha sufrido incluso teniendo una vida tan corta.

Todos tenemos océanos que sobrevolar, solo hace falta corazón para lograrlo