Confesiones de San Agustín
Si nadie me lo pregunta lo sé; pero si quiero explicárselo al que me lo pregunta, no lo sé.
|
Calificación promedio: 5 (sobre 3 calificaciones)
/La La Love You son uno de los grandes fenómenos musicales de los últimos años en nuestro país y acaban de publicar 'Blockbuster', un nuevo disco con hitazos como 'El principio de algo', 'Quiero quedarme para siempre' o 'Himno (para los que están jodidos'). Así fue la presentación y firma en Fnac San Agustín (Valencia). Nuevo disco disponible en https://www.fnac.es/a10178131/La-La-Love-You-Blockbuster-Disco#omnsearchpos=2?Origin=YT_PRODUCT_MU
Confesiones de San Agustín
Si nadie me lo pregunta lo sé; pero si quiero explicárselo al que me lo pregunta, no lo sé.
|
Confesiones de San Agustín
Estudiaba yo entonces (...) los libros de la elocuencia, en la que deseaba sobresalir con el fin condenable y vano de satisfacer la vanidad humana. Más siguiendo el orden usado en la enseñanza de tales estudios, llegué a un libro de un cierto Cicerón, cuyo lenguaje casi todos admiran, aunque no así su fondo. Este libro contiene una exhortación suya a la filosofía (...) Semejante libro cambio mis afectos (...) De repente apareció a mis ojos vil toda esperanza vana, y con increíble ardor de mi corazón suspiraba por la inmortalidad de la sabiduría, y comencé a levantarme para volver a ti (...)
|
Confesiones de San Agustín
¡Cómo ardía, Dios mío, cómo ardía en deseos de remontar el vuelo de las cosas terrenas hacia ti, sin que yo supiera lo que entonces tú obrabas en mí! Porque en ti está la sabiduría . Y el amor a la sabiduría tiene un nombre en griego, que se dice filosofía , al cual me encendían aquellas páginas. No han faltado quienes han engañado sirviéndose de la filosofía, coloreando y encubriendo sus errores con nombre tan grande, tan dulce y honesto.
|
Confesiones de San Agustín
Mas entonces (...) sólo me deleitaba en aquella exhortación el que me excitaba, encendía e inflamaba con su palabra a amar, buscar, lograr, retener y abrazar fuertemente no esta o aquella escuela, sino la Sabiduría misma, estuviese dondequiera.
|
El invierno en...