El mar de mi venganza de MaiKa L. Carrión
Amar a mi marido nunca supuso tener que renunciar a Dios. ¿Acaso cuando amas a una mujer dejas de amar a tu familia o a tu trabajo o amigos? Amar nunca significa renunciar, si no, no es amor verdadero, solo un sucedáneo egoísta.
|