Mi último suspiro de
Luis Buñuel
En la época de nuestra juventud, el amor nos parecía un sentimiento poderoso, capaz de transformar una vida. El deseo sexual, que le era inseparable, se acompañaba de un espíritu de aproximación, de conquista y de participación que debía elevarnos por encima de lo meramente material y hacernos capaces de grandes cosas. Una de las encuestas surrealistas más célebres comenzaba con esta pregunta: "¿Qué esperanza, pone usted en el amor?" Yo respondí: " Si amo, toda la esperanza. Si no amo, ninguna." Amar nos parecía indispensable para la vida, para toda acción, para todo pensamiento, para toda búsqueda, Hoy, si he de dar crédito a lo que me dicen, ocurre con el amor como con la fe en Dios. Tiene tendencia a desaparecer, al menos en ciertos medios. Se le suele considerar como un fenómeno histórico, como una ilusión cultural. Se le estudia, se le analiza..., y, si es posible, se le cura. Yo protesto. No hemos sido víctimas de una ilusión. Aunque a algunos les resulte difícil de creer, hemos amado verdaderamente.
+ Leer más