Warcraft. La Guerra De Los Ancestros 2. El Alma Demoníaca de Knaak Richard
Malfurión asintió, a pesar de que no le estaba prestando del todo atención. seguía con la vista clavada en esa figura de allá abajo, que iba menguando. Observó cómo le devolvía la mirada, hasta que al final ya no pudo verla. Aun así, siguió mirando y, en ese mismo instante, supo en lo más hondo de su corazón que Tyrande estaba haciendo exactamente lo mismo. |