En el bosque, bajo los cerezos en flor de
Ango Sakaguchi
Cuando florecen los cerezos, la gente se siente alegre y feliz. Bajo los árboles cuajados de flores beben sake o comen dulces de arroz mientras exclaman: "¡Qué vista tan hermosa! ¡Qué espléndida es la primavera!".
Pero todo es una gran farsa. ¿Qué por qué lo digo? Porque desde la época Edo se repite la misma historia: la gente se reúne bajo los cerezos para emborracharse, vomitar y, finalmente, acabar peléandose bajo sus ramas en flor. Pero antes de la época Edo, en los días olvidados del pasado lejano, permanecer bajo las flores del cerezo era para cualquiera la más terrorífica de las experiencias.