Fábulas de Esopo de Esopo
Dos amigos viajaban alegres por el mundo. Ella era pequeñita y muy alto el segundo, y tanto disfrutaban los dos de la excursión que iban cantando juntos la siguiente canción : "Los dos somos amigos para toda la vida, Amigos a la vuelta y amigos a la ida. Hoy te ayudo yo a ti y mañana tú a mí, Unidos para siempre ante el peligro... ¡HUYYYYY!". ¿Qué son esos GRUÑIDOS? ¿Qué son esos GOLPAZOS? Las ramas dan CRUJIDOS... ¡ Suenan como ZARPAZOS! "¡Mira!- gritó la chica-. ¿Ves un bulto borroso? ¡Es peludo! ¡Y forzudo! Yo creo que es... ¡UN OSO!". "¡Aaaaayyy!", aulló horrorizado su colega y, de un salto se encaramó temblando al castaño más alto. "¡Oye tú! - llamó ella- . Que el oso va a llegar y no alcanzo esa rama ... ¿Me ayudas a trepar? Hemos dicho que somos amigos, ¿No es así? Y que tú harás por mí lo que haga yo por ti..." "Lo siento -cortó el alto -. Tendrás que ser valiente; con salvarme a mí mismo ya tengo suficiente ". La bajita, aterrada al verse descubierta, se dejó caer al suelo haciéndose la muerta. El oso, a grandes pasos, llegó hasta la viajera, la olfateó y, abriendo su bocaza de fiera, le dijo algo al oído, más risa que gruñido, que sonaba a desprecio; un extraño sonido. Luego dio media vuelta y se alejó sin prisa... El alto desde arriba preguntó : "¿ Y esa risa?". "No era risa -repuso la chica - En su lenguaje, me ha dicho que un cobarde no es bueno para un viaje. Que un amigo de veras dura toda la vida, que no piensa en sí mismo, que te ayuda y te cuida... TÚ no eres un amigo. Ahí te quedas, valiente ". Y se perdió de vista, cantando alegremente. + Leer más |