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Reina Roja es un thriller pensado por y para los amantes del género, salpicado de todos los ingredientes para asegurar su éxito: intrigas, secuestros y asesinatos. Por si eso fuera poco, posee además una trama muy bien calculada donde nada es lo que parece y en la que la mayor parte de sus personajes poseen algún secreto oculto. Una novela que, con un estilo narrativo sencillo y muy ágil, conseguirá engullirte desde casi el inicio, hacer que te pongas en la piel de los protagonistas y transmitirte sus emociones, de tal manera que sentirás como tuyos sus sentimientos de culpa, miedo o impotencia ante los hechos que se suceden a lo largo una historia repleta de giros inesperados que casi siempre resultan desconcertantes y a veces incluso escalofriantes. Antonia Scott y Jon Gutiérrez son los protagonistas de la novela. Dos personajes antagónicos pero complementarios que, hasta que una misión conjunta les unió, no se conocían y que poco o nada tienen en comun. El, un experimentado inspector de policía de Euskadi y gay para más señas, con un gran sentido del deber y que en un intento de impartir justicia ha sido expedientado por extralimitarse en el ejercicio de sus funciones. Ella una mujer que hace unos años fue reclutada, por su inteligencia excepcional, para formar parte de la organización gubernamental Reina Roja, creada para la lucha contra el crimen pero cuya intervención queda reservada a casos de especial dificultad que requieran gran discreción, y que vive traumatizada y recluida en su casa desde que, como consecuencia de un accidente sufrido en el marco un caso complicado, su marido permanece en coma postrado en una cama de hospital. Y así las cosas, Jon, con mucho perdido y poco que perder, acepta la propuesta de un desconocido para, a cambio de limpiar su maltrecha reputación profesional, ir a Madrid a buscar a Antonia e intentar sacarla de su reclusión para que vuelva a su antiguo trabajo y acepte un nuevo encargo relacionado con la investigación del asesinato del hijo de una persona muy relevante. Un libro más que entretenido, trepidante diría yo, con una historia bien contada, que a ratos, aunque no lo creas, logrará sacarte una sonrisa, pero que sobre todo te intrigará y te atrapará irremediablemente de principio a fin y de la que te garantizo sin miedo a equivocarme que, pese a sus más de quinientas páginas, acabarás devorándola y te dejará con ganas de más. Es adictivo, estas advertido. |
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