Divergente de Veronica Roth
Me quedo mirándolo y noto el latido de mi corazón por todas partes, incluso en los dedos de los pies. Me apetece hacer algo atrevido, aunque también podría alejarme tranquilamente. No sé qué opción es la más inteligente o la mejor. Tampoco sé si me importa.Extiendo los brazos y le sostengo la mano. Sus dedos se encuentran con los míos. No puedo respirar. Lo miro, él me mira. Durante un largo instante nos quedamos así. Entonces retiro la mano, y corro detrás de Uriah, Lynn y Marlene. A lo mejor ahora cree que soy estúpida o rara. A lo mejor ha merecido la pena.
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