Un extraño en casa de Shari Lapena
No debería estar aquí. Sale corriendo por la puerta trasera del restaurante abandonado y avanza a trompicones en la oscuridad -la mayoría de las farolas están quemadas o rotas- con la respiración entrecortada en ásperos jadeos. Corre como un animal aterrorizado hacia el lugar donde ha aparcado, apenas consciente de lo que hace. |